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Adiós a la primaria

Adiós a la primaria

 

Hasta pronto

Hola a todos y a todas. Nuestro paso por el colegio desde infantil de 3 años hasta sexto termina aquí. Por eso quiero comunicarles a todos mis compañeros que aunque vayan a distinto instituto, los 8 años que hemos pasado juntos no los voy a olvidar nunca. Porque han sido unos años inolvidables. Y que aunque ya no estén conmigo para contarme las cosas, quiero que sepan que aquí sigue habiendo una amiga para cuando la necesitéis. Quiero también deciros que yo nunca os voy a olvidar y que espero que tampoco ustedes me olviden a mí. También hay que darle gracias a todos los maestros por lo que nos han enseñado a lo largo de nuestro paso por el colegio. Y también por la paciencia que han tenido con nosotros, especialmente la profesora de religión.


Celia



Despedida a mis amigos.


Hola, quiero deciros que para mí sois algo muy especial. Sois como una semilla de una gran flor, donde caben todos mis amigos.

Hemos ido creciendo poco a poco y seguiremos creciendo. Desde pequeñitos, desde los 3 años llevo con ustedes. No podré olvidar aquellos momentos; en los recreos, cuando jugábamos a las ruedas; cuando nos metíamos debajo de los arbustos. Son momentos inolvidables los que viví junto a ustedes. Los primeros días de colegio me acuerdo que lloraba mucho porque no conocía a nadie, siempre tenía que venir la profesora a por mí. Poco a poco fui haciendo amigo/as y hasta hoy en día sois mis amigos y lo seguiréis siendo hasta el fin del mundo. Sois unas personas a las que tengo que ofrecer mucho cariño, igual que me lo estáis dando ustedes. A los 5 años conocí a 2 nuevos amiguitas, Marta Catalán y Ana Mª Cadena. Desde entonces todas las conocimos y hoy en día Marta es mi mejor amiga.

También tengo en mi memoria los momentos más graciosos que viví cuando tenía 5 años. Entonces teníamos a la señorita Natalia y en una especie de alfombra al final de la clase, hicimos una casita y le pusimos sus cortinitas, su cocinita, era pequeñita pero graciosa. Y también me acuerdo de que yo me llevaba a la clase una tela blanca y me disfrazaban de novia y Jesús Pereira, era mi novio, de mentira, y los demás niños se sentaban en las sillas como si fuese aquello una iglesia. También me acuerdo que si yo rompía algo o hacia algo, le echaba todas las culpas a un niño que había con defectos, pero ahora estoy muy, pero que muy arrepentida. Ese niño se llamaba Francisco José.

Ya un poco más grandes al igual que éramos muy buenas amigas/os, También nos íbamos enfadando en más ocasiones, pero siempre por pequeñas tonterías. Pero al final siempre nos perdonábamos.

Me acuerdo de cuando estábamos en primero que en los recreos jugábamos en un rinconcillo del recreo a saltar en rojo o en blanco. En primero y segundo teníamos a la señorita Marisol, que fue muy buena y simpática. Me acuerdo de un día que estaba Ricardo levantando los brazos como si estuviera bailando sevillanas y la señorita le dijo que parecía que estaba matando moscas.

En tercero y cuarto tuvimos al maestro Manuel Pacheco y lo bueno que tenía es que no mandaba deberes. Tengo recuerdos porque con este maestro estábamos en el colegio del Arache y recuerdo cuando los niños se ponían a jugar al fútbol en el albero, nosotras, las niñas, jugábamos a pasión de gavilanes y nos montábamos en una especie de escenario que había por allí detrás.

En quinto me lo pasé muy bien, este curso lo hicimos en el centro cívico. Los recreos eran muy divertidos porque en un rinconcillo teníamos una especie de club, donde nos íbamos mucha gente y contábamos cosas y a la vez comíamos muchas pipas,. También tengo un recuerdo de quinto que no se me olvidará jamás, fue cuando Celia y yo quedamos una tarde y fuimos al Arache a coger caracoles, los metimos en botecitos y al día siguiente los llevamos al colegio pero a escondidas y los dejamos en un pequeño pasillo donde estaban los servicios en los que entrábamos en los recreos. Había una especie de chapa y cogimos Celia y yo una tapadera de una caja de zapatos y pusimos ahí todos los caracoles. Al día siguiente cuando fuimos al servicio había caracoles por todos lados, por las paredes, por el suelo... ¡liamos una!

Y en 6º estrenamos el nuevo colegio. ha sido nuestro último año juntos en el colegio, pero lo mejor esta por llegar como dice el refrán.

Con esto quiero despedirme de vosotros, para que recordéis nuestros mejores momentos desde la infancia hasta ahora y he de deciros ¡que yo jamás me olvidaré de vosotros! Y aunque nos separemos de instituto o de clase siempre, siempre estaréis en mi corazón. Espero que no cambiéis y aquí tenéis a una amiga para lo que os haga falta. Somos una gran familia y espero que lo sigamos siendo. Y de todo lo que os tengo que agradecer no me salen más palabras, así que ¡muchos besos! nunca os olvidaré.


Reyes




Hola a todos yo quería deciros que los 9 años que hemos pasado juntos no los voy a olvidar nunca, pase lo que pase. Porque esos años han sido para mi inolvidables, aunque nos hallamos peleado alguna vez, yo pido perdón, quiero que sepáis que yo los he perdonado, porque no me quiero ir con un mal sabor de boca.

También quería hablaros un poquito de, como todos sabéis casi todos vamos Al-Andalus, menos cinco o seis. Yo os digo a esos seis que no se olvidéis de ninguno de nosotros, igual que yo nunca me olvidaré de ustedes. Sobre todo a Celia, que de todos los que vais a la campiña ella es la que me cae mejor. Quiero que sepas que nunca voy a olvidar todos los momentos que pasamos juntas, como cuando al principio mi padre nos reñía porque dejábamos a mi hermano abandonado, o cuando en el campo nos escondíamos de mi hermano y de tu primo y todas las locuras que hemos hecho juntas y todo lo bien que me lo he pasado.

Quiero deciros a los que venís Al-Andalus que aunque caigamos en una clase diferente o aunque repitamos algunos, yo nunca me olvidaré de vosotros. Y aunque no caigamos en el mismo “insti”, ni en la misma clase o aunque algunos repitamos algunos yo siempre querré quedar con vosotros para no olvidar los buenos momentos que hemos pasado juntos. Quiero que también sepáis que yo no quiero perder el contacto con ninguno de vosotros, así que si me necesitáis ya sabéis donde encontrarme.


Blanca




Hola a todos y a todas. Hoy nos tenemos que despedir con todos los años que hemos estado juntos. Todos los momentos alegres que hemos pasado, pero también momentos tristes como los de ahora. También hemos llorado, pero de esta veces han sido menos, porque siempre hemos estado apoyándonos unos a los otros. Siempre nos hemos llevado bien. Como los momentos que estamos viviendo ahora nunca. Pero aunque nos separemos siempre seréis mis niñas y mis niños, siempre que tengáis dudas o estéis preocupadas o remordimiento aquí me tenéis para desahogarse con una amiga de verdad. Pero yo quiero dejar una cosa dicha, yo nunca le daré la espalda a ustedes. Espero que ustedes no me la deis a mi. Os quiero mucho a todos, muchos besos a todos y a todas.



Alba



Hola a todos, que pena que ya no queden días de colegio, bueno no a algunos horas, para que nuestro paso por el colegio haya terminado. La mayoría de esta clase vamos al mismo “insti”, pero a lo mejor caemos separados y lo peor los que van al otro instituto ya nunca estaremos juntos en una clase. Estos 8 años nunca se olvidarán porque han sido los mejores para mí. A ninguno de los que estáis aquí no os olvidaré. Pero de los que van a la campiña los que mejor conozco es a David, a Celia y a Mari Carmen que han sido mis compañeros desde los tres años. Pero a los otros tampoco. Aparte de los compañeros están los maestros que nos han soportado a pesar del comportamiento. En especial Manolo, que ha tenido mucha paciencia con nosotros. Así que esto no es un adiós es un hasta luego. Ahora tendremos que emprender un camino nuevo que no sabemos como irá, pero bueno...


Anabel.



Para mis amigos


Queridos amigos os escribo estas líneas para despedirme de vosotros aunque vayamos al mismo instituto. Aunque hay una amiga que se va al otro instituto. Pero yo le quiero decir que no esté triste porque seguiremos igual que hasta ahora. En estos últimos años me he dado cuenta que gracias al colegio me he echado unas amigas y amigos geniales. Espero que este cambio que vamos a dar sea todavía para mejor y que la amistad que tenemos todos nunca se deteriore. Tengo muchas cosas que os podría decir, pero entonces estaría todo el día hablando. Sólo quería recordar las tardes que hemos pasado ensayando para los bailes de fin de curso desde hace unos cuantos de años y lo bien que lo hemos pasado en cada viaje que hemos hecho. También quiero recordar esa fiesta de Halloween que hicimos algunos de nosotros. ¿Os acordáis de lo bien que lo pasamos con los que nos reímos y que tanto miedo hemos pasado contando historias de miedo con las luces de unas velas?

A veces hemos tenido alguna que otra discusión unas con otras, pero era cosa de cinco minutos. A los cinco minutos ya estábamos bien. Porque nos hemos hecha tan buenas amigas que no podemos pasar unas sin las otras.

Bueno me despido dando gracias a todos por lo bien que se habéis portado todos estos años conmigo. Y que nunca os olvidaré.

Os quiero mucho chicos.


Ainhoa.




Hola me llamo Marta. Hoy para algunos de nosotros es el último día de clase. Porque nos vamos de campamento, para otros ya mismo. Ya, entramos al instituto y nos tendremos que despedir porque unos se irán a un instituto y otros a otro.

Yo personalmento no qauiero separarme de vosotros porque llevamos casi toda nuestra vida juntos. los que van al mismo instituto que nosostros es probable que sigamos siendo compañeros de clase y sigamos siendo amigos pero otros como Celia, david, mercedes, mari carmen, isabel, miriam, etc.. para mi sois comu una familia, porque siempre habeis estado ahí en lo bueno y en lo malo. No os voy a olvidar nunca, ni tampoco esos momentos que hemos compartidos jhuntos, que son muchos pero os voy a decir por ejemplo el de ayuer cuando quedamos para ensayar la actuación de fin de curso, que nos pusimos a recordar todos lo momentos ellas éramos: Celñia, anabel, bvlanca ainoa y alba. Pore eso os doy las gracias por haber sido tan buenos conmigo. Muchos besos para todos. Y quiero que sepáis que nunca os olvidaré y espero que ustedes a mi tampoco. que ojalá que sigamos siendo amigos.

Besos


Marta


No es lo mismo

No es lo mismo

Vamos a leer en parejas. Cada frase la vamos a leer entre dos. El primero leerá hasta "....que" y el otro continuará la frase ( la parte verde).

 

No es lo mismo decir: un hombre en estado de coma, que te comas un hombre en mal estado

 

No es lo mismo decir: ver las cataratas del Niagara en invierno que no me niagarás que en invierno te acatarras.

 

No es lo mismo decir: yo me río en el baño que yo me baño en el río.

 

No es lo mismo decir: se avecina una tormenta que se atormenta una vecina.

 

No es lo mismo decir: un Seat 600 en negro que 600 negros en un Seat

 

No es lo mismo decir: un picaporte, que un pico de este porte

 

No es lo mismo decir: la calles del conde Salto que un conde dando saltos por la calle

 

No es lo mismo decir en el rio missisipi que me hice pipi en el rio

 

No es lo mismo decir un gato montes que te montes en un gato

 

No es lo mismo decir Corazon Aquino que corazón aquí no

 

No es lo mismo decir: subirse al metro en la estacion pajaritos que subirse a un pajarito de un metro .

 

No es lo mismo decir mi auto Mercedes Benz que Mercedes, ven a mi auto .

 

No es lo mismo decir Golpea que te van a abrir la puerta, que abre la puerta que te van a golpear.

 

No es lo mismo decir Santo tomas de Aquino, que aquí no lo tomamos.

 

No es lo mismo decir una Cinta negra, que una negra en cinta.

 

 

No es lo mismo decir el sida no tiene cura, que el cura tiene sida.

 

No es lo mismo decir: Emeterio Zacarías Saturnino Guajardo que, meterlo, sacarlo, sacudirlo y guardarlo.

 

No es lo mismo decir: tejidos y novedades en el piso de encima, que te jodes y no ves nada y encima te pisan

 

No es lo mismo decir: huele a traste que atrás te huele,

 

No es lo mismo decir: Culebrilla, que te brilla el culo.

 

No es lo mismo decir: un gato montes a que te montes en un gato.

 

No es lo mismo decir: Mes de mayo, que me desmayo

 

No es lo mismo decir: estar preso 20 años por una mujer que "ser mujer de un preso por 20 años".

 

No es lo mismo decir: “Cerveza SIN”, que “Sin cerveza”

 

Palíndromos

Un palíndromo es una "palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda" .

 

A cavar a Caravaca

A Colima va mi loca.

A eso separa Paca, y acapara pesos, ea!

A la Manuela dale una mala

A la torre, derrótala

A Luci diré: ridícula

A Luci le pasa la película

A mamá Roma le aviva el amor a papá, y a papá Roma le aviva el amor a mamá

A Mercedes ése de crema

A sor Adela, Pepe le da rosa.

A ti ama mi mamaíta

A ti la sal y la salita

A ti no, bonita

A tu rival, la viruta.

Abusón, acá no suba

¿Acaso repelen leperos acá?

Acude y aparta; atrapa y educa

Adán no cede con Eva, y Yavé no cede con nada.

Adela ya le da

Al amanecer, a Motilla. Allí tomaré cena mala

Al amanecer asaré cena mala.

Al reparar olla halló rara perla

Allá, cada gorda drogada, calla.

Allí ves Sevilla

Amad a Loyola, dama.

Amada sea; yo hallé bella hoy a esa dama

Ámale, él ama

Amo la pacífica paloma.

Ana lava lana

Ana, la galana

Ana lleva al oso la avellana

Ana lleva nenes al abad, al reconocerla dábala Senén avellana

Anás usó tu auto, Susana

Anita al reconocerla atina

Anita lava la tina

Ánimo no, nómina!

Arena mala me da de mala manera.

Arriba la birra!

Arte para Petra

Así le ama Elisa

Así Mario oirá misa.

Así Ramona va, no Marisa

Ata más acá la casamata.

Átale, demoníaco Caín, o me delata

Avisa si va

Dábale arroz a la zorra el abad.

Damas, oíd a Dios: amad

Echele leche

Edipo: la mamá lo pide.

Es Adán, ya ve, yo soy Eva y nada sé

¿Es reconocerse o no es reconocerse?

Eva usa vello, lo lleva suave.

Isaac no ronca así.

Isaac, se pesca así

Isaías, no beses ese bonsái así

La maja, Bartolo, trabaja mal.

La Marisa Caramelos ("Sole Maracas") irá mal

La ruta natural

La ruta nos aportó otro paso natural

Lavan esa base naval.

Le avisará Sara si va él

Logrará Pepe parar gol?

Los romanos son amor, Sol.

Luz azul

Mal si le das la fe falsa del Islam.

Ni nicotina ni tocinín

Ni trama Martina ni trama Martín

No bajará Sara jabón

No deseo yo ese don

Nota épica: nací peatón!.

No subas, abusón

No traga la casada: notóle pasaporte de tropas apelotonadas acá, lagartón

No, loca, yo voy a Colón

No. Él usará esa para pasear a su león

Nota épica: nací peatón

Nuria: sonría y ate la maleta y a irnos a Irún

O comed sapos y sopas de moco

O dice rápido, o di parecido

O rey o joyero

O sacáis ropa por si acaso.

Obeso, lo sé: sólo sebo

Oí lo de mamá: me dolió

Oído aparta o atrapa odio.

Oído ETA: ya te odio

Olí sal: en esa marrana su gas arde. Y si mi volumen emuló, vi mis yedras agusanar ramas en el asilo

Oír a Darío.

Oirás orar a Rosario

Oiré la voz noble del bonzo Valerio

¡Oro! ... ¡Ya hay oro!

Otra pera reparto

Otro poseso José soportó

¿Pirata me mata?... R.I.P.!

Raja barómetro por temor a bajar.

Rápido, di par!

Roba la lona, no la labor.

Roza las alas al azor.

Sam, nos sometemos: son más

Sainetero: ¿lo retenías?

Sara, a la rusa rasúrala a ras

Satán sala las natas

Se corta Sarita a tiras atroces

Se es o no se es

Se verla al revés (quizás sea la definición de frase palindrómica)

Seda de los aires oiga: da la luz a la albahaca, habla al azul, al adagio. Seria soledad es

Si esa saca la nariz irán a la casa seis

Si, a por todas! Arrasad ese país

Sometamos o matemos

Somos o no somos

Son robos, no sólo son sobornos

Sor Rebeca hace berros

Y, así la cosa, Pepe pasó Calisay.

Yo de lo mínimo le doy

Yo dono rosas, oro no doy

Yo haré dar pan a Susana si sana Susana Pradera hoy

Yo soy ateo, poeta yo soy

Yo, Leonor, de Pedro? No, Eloy

 

Inglés

 

A dog! A panic in a pagoda!

A global rotator lab, Olga.

A moody baby baby doo, ma.

Able was I ere I saw Elba.

Ah, Satan sees Natasha.

Anna, did Otto peep? Otto did Anna.

Are ponies Iona, a "noise" in opera.

Bird imitators rot a timid rib.

 

 

Puedes encontrar más palíndromos en http://www.carbajo.net/varios/pal.html   o en http://www.juegosdepalabras.com/palindromo.htm

 

Lazarillo de Tormes

Lazarillo de Tormes

La propuesta de hoy es la de lectura en pareja. Seleccionamos dos alumnos y han de ir leyendo al mismo tiempo. Han de estar muy pendientes a los signos de puntuación ya que si no se atiende a ellos se atrasan muy fácilmente.

@@@ Manolo Segura@@@

Disfruta con la lectura de la novela picaresca del siglo XVI: "La vida del Lazarillo de Tormes".

 

 

En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.@@@ Manolo Segura@@@

Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:

Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.@@@ Manolo Segura@@@

Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.

Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo:

Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.

Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:

Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.

Y rió mucho la burla.

Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer».

Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza. Y, como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía:

Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré.

Y fue así, que, después de Dios, éste me dio la vida, y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir.

Huelgo de contar a vuestra merced estas niñerías, para mostrar cuánta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos, cuánto vicio.

Pues, tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, vuestra merced sepa que, desde que Dios crió el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio era un águila: ciento y tantas oraciones sabía de coro; un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía resonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto, que, con muy buen continente, ponía cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos, como otros suelen hacer.@@@ Manolo Segura@@@

Allende de esto, tenía otras mil formas y maneras para sacar el dinero. Decía saber oraciones para muchos y diversos efectos: para mujeres que no parían; para las que estaban de parto; para las que eran malcasadas, que sus maridos las quisiesen bien. Echaba pronósticos a las preñadas: si traían hijo o hija. Pues en caso de medicina decía que Galeno no supo la mitad que él para muelas, desmayos, males de madre. Finalmente, nadie le decía padecer alguna pasión, que luego no le decía:

Haced esto, haréis esto otro, cosed tal yerba, tomad tal raíz.

Con esto andábase todo el mundo tras él, especialmente mujeres, que cuanto les decía creían. De éstas sacaba él grandes provechos con las artes que digo, y ganaba más en un mes que cien ciegos en un año.

Mas también quiero que sepa vuestra merced que, con todo lo que adquiría y tenía, jamás tan avariento ni mezquino hombre no vi; tanto, que me mataba a mí de hambre, y así no me demediaba de lo necesario. Digo verdad: si con mi sutileza y buenas mañas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre; mas, con todo su saber y aviso, le contaminaba de tal suerte que siempre, o las más veces, me cabía lo más y mejor. Para esto le hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo.

Él traía el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo, que por la boca se cerraba con una argolla de hierro y su candado y llave; y al meter de las cosas y sacallas, era con tanta vigilancia y tan por contadero, que no bastara todo el mundo a hacerle menos una migaja. Mas yo tomaba aquella lacería que él me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada. Después que cerraba el candado y se descuidaba, pensando que yo estaba entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchas veces del un lado del fardel descosía y tornaba a coser, sangraba el avariento fardel, sacando, no por tasa pan, más buenos pedazos, torreznos y longaniza. Y así, buscaba conveniente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la endiablada falta que el mal ciego me faltaba.@@@ Manolo Segura@@@

Todo lo que podía sisar y hurtar traía en medias blancas, y, cuando le mandaban rezar y le daban blancas, como él carecía de vista, no había el que se la daba amagado con ella, cuando yo la tenía lanzada en la boca y la media aparejada, que, por presto que él echaba la mano, ya iba de mi cambio aniquilada en la mitad del justo precio. Quejábaseme el mal ciego, porque al tiento luego conocía y sentía que no era blanca entera, y decía:

¿Qué diablo es esto, que, después que comigo estás, no me dan sino medias blancas, y de antes una blanca y un maravedí hartas veces me pagaban? En ti debe estar esta desdicha.

También él abreviaba el rezar y la mitad de la oración no acababa, porque me tenía mandado que, en yéndose el que la mandaba rezar, le tirase por cabo del capuz. Yo así lo hacía. Luego él tornaba a dar voces diciendo:

¿Mandan rezar tal y tal oración? —como suelen decir.@@@ Manolo Segura@@@

Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de besos callados y tornábale a su lugar. Mas duróme poco, que en los tragos conocía la falta, y, por reservar su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó propósito y asentaba su jarro entre las piernas y atapábale con la mano, y así bebía seguro.

Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil, y, delicadamente, con una muy delgada tortilla de cera, taparlo; y, al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos, y, al calor de ella luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser.

No diréis, tío, que os lo bebo yo —decía—, pues no le quitáis de la mano.@@@ Manolo Segura@@@

Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la fuente y cayó en la burla; mas así lo disimuló como si no lo hubiera sentido.

Y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no pensando el daño que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía; estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que agora tenía tiempo de tomar de mí venganza, y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima.

Fue tal el golpecillo, que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy día me quedé.

Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y, aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y, sonriéndose, decía:

¿Qué te parece Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud —y otros donaires que a mi gusto no lo eran.

Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa y cardenales, considerando que, a pocos golpes tales, el cruel ciego ahorraría de mí, quise yo ahorrar de él; mas no lo hice tan presto, por hacello más a mi salvo y provecho. Y aunque yo quisiera asentar mi corazón y perdonalle el jarrazo, no daba lugar el maltratamiento que el mal ciego dende allí adelante me hacía, que sin causa ni razón me hería, dándome coscorrones y repelándome.

Y si alguno le decía por qué me trataba tan mal, luego contaba el cuento del jarro, diciendo:

¿Pensaréis que este mi mozo es algún inocente? Pues oíd si el demonio ensayara otra tal hazaña.

Santiguándose los que lo oían, decían:@@@ Manolo Segura@@@

¡Mirad quién pensara de un muchacho tan pequeño tal ruindad!

Y reían mucho el artificio y decíanle:

¡Castigadlo, castigadlo, que de Dios lo habréis!

Y él, con aquello, nunca otra cosa hacía.

Y en esto yo siempre le llevaba por los peores caminos, y adrede, por hacerle mal y daño; si había piedras, por ellas; si lodo, por lo más alto; que, aunque yo no iba por lo más enjuto, holgábame a mí de quebrar un ojo por quebrar dos al que ninguno tenía. Con esto, siempre con el cabo alto del tiento me atentaba el colodrillo, el cual siempre traía lleno de tolondrones y pelado de sus manos. Y, aunque yo juraba no hacerlo con malicia, sino por no hallar mejor camino, no me aprovechaba ni me creía, mas tal era el sentido y el grandísimo entendimiento del traidor.@@@ Manolo Segura@@@

Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia. Cuando salimos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo, porque decía ser la gente más rica, aunque no muy limosnera. Arrimábase a este refrán: «Más da el duro que el desnudo». Y vinimos a este camino por los mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y ganancia, deteníamonos; donde no, a tercero día hacíamos San Juan.

Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo de ellas en limosna. Y como suelen ir los cestos maltratados, y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura, desgranábasele el racimo en la mano. Para echarlo en el fardel, tornábase mosto, y lo que a él se llegaba. Acordó de hacer un banquete, así por no poder llevarlo, como por contentarme, que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en un valladar y dijo:

Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Partillo hemos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.

Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:

Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres.

No comí —dije yo—; mas ¿por qué sospecháis eso?

Respondió el sagacísimo ciego:@@@ Manolo Segura@@@

¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas.

 

El caballo de troya

El caballo de troya



Estaban en guerra los Griegos contra los Troyanos. Llevaban diez años de guerra y había que terminar de una vez. Los Griegos estaban lejos de su patria y parecía que no iban a conseguir vencer a Troya nunca.

Entonces fue cuando a Ulises se le ocurrió la estratagema del caballo: construirían uno enorme, de madera, y se lo presentarían a los Troyanos como si fuera una ofrenda a la diosa Minerva para que los protegiera durante el viaje de vuelta. El enorme caballo ocultaría en su interior los mejores guerreros griegos, que saldrían una vez que el caballo estuviera dentro de la ciudad.

Para que los Troyanos hicieran lo que querían, tenían la colaboración de un actor, llamado Sinón, que les convencería para que metieran el caballo dentro de la ciudad.

Así pues lo dejaron delante de los muros de Troya y se hicieron a la mar. No se fueron del  todo, sino que se quedaron escondidos al otro lado de una isla próxima, la isla de Ténedos.

Podemos imaginar la alegría de los Troyanos, que por primera vez en diez años no veían ni el campamento de los griegos en la explanada ni las naves fondeadas en la bahía.


Sin embargo se llenaron de admiración al descubrir el caballo:

- ¿Qué podrá ser? ¿Qué significa?

- Seguro que es una ofrenda de los Griegos a Minerva para que les dé buena suerte en su viaje de vuelta.

- Es posible que haya Griegos escondidos dentro.

- Muy bien puede ser una máquina de guerra, construida para inspeccionar la ciudad desde arriba.

El caso es que las opiniones estaban divididas. Unos querían meterlo dentro de la ciudad. Otros, por el contrario, temían que fuera una estratagema de los Griegos, y proponían quemarlo y echar sus cenizas al mar.

Estaban en estas discusiones cuando el sacerdote de Neptuno, Laocoonte, bajó dando voces desde la ciudadela donde estaba celebrando un sacrificio.

- ¿Es que os habéis vuelto locos? ¿No conocéis a los Griegos después de haber luchado contra ellos durante tantos años? O mucho me engaño o esto no es sino un truco. Temo a los Griegos hasta cuando hacen regalos.

Y para que sus palabras tuvieran más fuerza, cogió una jabalina y la lanzó con todas sus fuerzas contra el caballo

Las oquedades resonaron, y pareció que tenía razón. Pero ¡ojalá no lo hubiera hecho!.

En ese momento entró en escena Sinón, el actor, que había sido capturado por unos pastores troyanos cuando se hacía pasar por un desertor del ejército griego. Todos lo rodearon, y él comenzó su interpretación:

Ya sé que me vais a matar, pero aun así, os tengo que contar qué es lo que hago aquí. Me he escapado del ejército griego porque Ulises me odiaba y quería sacrificarme en honor de Minerva, a ver si les daba suerte en la guerra. Se conoce que como no me encontraron, pensaron que tenían todas las de perder, y se marcharon ofreciendo a la diosa este tributo. Ahora, si queréis, matadme. Estáis en vuestro derecho, y yo lo tengo merecido.

No sólo no lo mataron, sino que los convenció.

Por si alguno de los Troyanos dudaba todavía, ocurrió un prodigio inaudito. Vinieron desde la isla de Ténedos dos serpientes enormes, que al llegar a la playa se dirigieron hacia Laocoonte y sus hijos y los devoraron. Todos pensaron que era el justo castigo por el sacrilegio que había cometido al alancear el caballo.

Por fin se decidieron, y organizaron una gran fiesta.

Llenaron todo de guirnaldas; los jóvenes bailaban alrededor; pusieron rodillos debajo del caballo y lo arrastraron por medio de sogas que todos se sentían orgullosos de llevar.

Así lo introdujeron en la ciudad, y se dedicaron a divertirse.

Después de un día de fiesta sin el temor de que los griegos atacaran, se durmieron tranquilos, tanto por el cansancio, como por haberlo celebrado bebiendo más de la cuenta.

Ese es el momento que aprovechó Sinón para hacer salir a los guerreros que estaban encerrados en el caballo. Éstos se deslizaron silenciosos por una cuerda. Al mismo tiempo, las naves se dirigían al litoral troyano, porque habían recibido la señal de que todo había salido bien.

Apoderarse de la ciudad y destruirla fue coser y cantar.

Unos pocos, a cuyo mando estaba Eneas, les hicieron frente, pero, como vieron que no podían salvar la ciudad, decidieron marcharse y fundar una nueva Troya en otro lugar. Pero esto ya es otra historia

 

 Puedes continuar la historia de Eneas en esta dirección de internet: http://sapiens.ya.com/jomicoe/poesia_epica.htm#Eneida

 

Fábulas de Esopo

El águila y la zorra

 

Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.

Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta cayó sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regozijaron con un banquete.

Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños;
¿ Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela ? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su enemigo.

Mas no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo. Corrió entonces la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.

Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegará el castigo.

 

 

 

La zorra y los racimos de uvas

Estaba una zorra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.

Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:

-- ¡ Ni me agradan, están tan verdes... !

Nunca traslades la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar.

 

Los dos perros

Un hombre tenía dos perros. Uno era para la caza y otro para el cuido. Cuando salía de cacería iba con el de caza, y si cogía alguna presa, al regresar, el amo le regalaba un pedazo al perro guardián. Descontento por esto el perro de caza, lanzó a su compañero algunos reproches: que sólo era él quien salía y sufría en todo momento, mientras que el otro perro, el cuidador, sin hacer nada, disfrutaba de su trabajo de caza.

El perro guardián le contestó:

-- ¡ No es a mí a quien debes de reclamar, sino a nuestro amo, ya que en lugar de enseñarme a trabajar como a tí, me ha enseñado a vivir tranquilamente del trabajo ajeno !

Pide siempre a tus mayores que te enseñen una preparación y trabajo digno para afrontar tu futuro, y esfórzate en aprenderlo correctamente.

 

 

La liebre y la tortuga

Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:

-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.

Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.

LLegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vió como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.

Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.

 

 

El joven pastor anunciando al lobo

Un joven pastor, que cuidaba un rebaño de ovejas cerca de una villa, alarmó a los habitantes tres o cuatro veces gritando

-¡El lobo, el lobo!

Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle, se reía viendo sus preocupaciones. Mas el lobo, un día de tantos, sí llegó de verdad. El joven pastor, ahora alarmado él mismo, gritaba lleno de terror:

- Por favor, vengan y ayúdenme; el lobo está matando a las ovejas.

Pero ya nadie puso atención a sus gritos, y mucho menos pensar en acudir a auxiliarlo. Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno, hirió y destrozó a su antojo todo el rebaño.

Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando diga la verdad.

 

Puedes encontrar muchas más fábulas en esta dirección: http://pacomova.eresmas.net/paginas/las_fabulas_de_esopo.htm

 

 

"El principito" por Antonie de Saint-Exupéry

"El principito"   por Antonie de Saint-Exupéry

I

 

Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas", una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. Esta es la copia del dibujo.

En el libro se afirmaba: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión".

Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a mi vez logré trazar con un lápiz de colores mi primer dibujo. Mi dibujo número 1 era de esta manera:

Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.

-¿Por qué habría de asustar un sombrero? - me respondieron.

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender. Siempre estas personas tienen necesidad de explicaciones. Mi dibujo número 2 era así:

Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor. Había quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número 2. Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

Tuve, pues, que elegir otro oficio y aprendía pilotar aviones. He volado un poco por todo el mundo y la geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche.
A lo largo de mi vida he tenido multitud de contactos con multitud de gente seria. Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas.

Cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco lúcido, lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número 1 que he conservado siempre. Quería saber si verdaderamente era un ser comprensivo. E invariablemente me contestaban siempre: "Es un sombrero". Me abstenía de hablarles de la serpiente boa, de la selva virgen y de las estrellas. Poniéndome a su altura, les hablaba del bridge, del golf, de política y de corbatas. Y mi interlocutor se quedaba muy contento de conocer a un hombre tan razonable

 

II


Viví así, solo, nadie con quien poder hablar verdaderamente, hasta cuando hace seis años tuve una avería en el desierto de Sahara. Algo se había estropeado en el motor. Como no llevaba conmigo ni mecánico ni pasajero alguno, me dispuse a realizar, yo solo, una reparación difícil. Era para mí una cuestión de vida o muerte, pues apenas tenía agua de beber para ocho días.

La primera noche me dormí sobre la arena, a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano. Imagínense, pues, mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía:

- ¡Por favor... píntame un cordero!
-¿Eh?
-¡Píntame un cordero!

Me puse en pie de un salto como herido por el rayo. Me froté los ojos. Miré a mi alrededor. Vi a un extraordinario muchachito que me miraba gravemente. Ahí tienen el mejor retrato que más tarde logré hacer de él, aunque mi dibujo, ciertamente es menos encantador que el modelo. Pero no es mía la culpa. Las personas mayores me desanimaron de mi carrera de pintor a la edad de seis años y no había aprendido a dibujar otra cosa que boas cerradas y boas abiertas.

Miré, pues, aquella aparición con los ojos redondos de admiración. No hay que olvidar que me encontraba a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Y ahora bien, el muchachito no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo. No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Cuando logré, por fin, articular palabra, le dije:

- Pero… ¿qué haces tú por aquí?

Y él respondió entonces, suavemente, como algo muy importante:

-¡Por favor… píntame un cordero!

Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer. Por absurdo que aquello me pareciera, a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte, saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente. Recordé que yo había estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática y le dije al muchachito (ya un poco malhumorado), que no sabía dibujar.

- No importa - me respondió-, píntame un cordero!

Como nunca había dibujado un cordero, rehice para él uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar: el de la serpiente boa cerrada. Y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecito:

- ¡No, no! Yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi tierra es todo muy pequeño. Necesito un cordero. Píntame un cordero.



Dibujé un cordero. Lo miró atentamente y dijo:
-¡No! Este está ya muy enfermo. Haz otro.

Volví a dibujar.

Mi amigo sonrió dulcemente, con indulgencia.

-¿Ves? Esto no es un cordero, es un carnero. Tiene cuernos…

Rehice nuevamente mi dibujo: fue rechazado igual que los anteriores.

-Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.

Falto ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrapateé rápidamente este dibujo, se lo enseñé, y le agregué:

-Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con gran sorpresa mía el rostro de mi joven juez se iluminó:

-¡Así es como yo lo quería! ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero?
-¿Por qué?
-Porque en mi tierra es todo tan pequeño…

Se inclinó hacia el dibujo y exclamó:

-¡Bueno, no tan pequeño…! Está dormido…

Y así fue como conocí al principito.

 

III



Me costó mucho tiempo comprender de dónde venía. El principito, que me hacía muchas preguntas, jamás parecía oír las mías. Fueron palabras pronunciadas al azar, las que poco a poco me revelaron todo. Así, cuando distinguió por vez primera mi avión (no dibujaré mi avión, por tratarse de un dibujo demasiado complicado para mí) me preguntó:

-¿Qué cosa es esa?
-Eso no es una cosa. Eso vuela. Es un avión, mi avión.

Me sentía orgulloso al decirle que volaba. El entonces gritó:

-¡Cómo! ¿Has caído del cielo?
-Sí -le dije modestamente.
-¡Ah, qué curioso!

Y el principito lanzó una graciosa carcajada que me irritó mucho. Me gusta que mis desgracias se tomen en serio. Y añadió:

-Entonces ¿tú también vienes del cielo? ¿De qué planeta eres tú?

Divisé una luz en el misterio de su presencia y le pregunté bruscamente:

-¿Tú vienes, pues, de otro planeta?

Pero no me respondió; movía lentamente la cabeza mirando detenidamente mi avión.

-Es cierto, que, encima de eso, no puedes venir de muy lejos…

Y se hundió en un ensueño durante largo tiempo. Luego sacando de su bolsillo mi cordero se abismó en la contemplación de su tesoro.

Imagínense cómo me intrigó esta semiconfidencia sobre los otros planetas. Me esforcé, pues, en saber algo más:

-¿De dónde vienes, muchachito? ¿Dónde está "tu casa"? ¿Dónde quieres llevarte mi cordero?

Después de meditar silenciosamente me respondió:

-Lo bueno de la caja que me has dado es que por la noche le servirá de casa. -Sin duda. Y si eres bueno te daré también una cuerda y una estaca para atarlo durante el día.

Esta proposición pareció chocar al principito.

-¿Atarlo? ¡Qué idea más rara!
-Si no lo atas, se irá quién sabe dónde y se perderá…

Mi amigo soltó una nueva carcajada.

-¿Y dónde quieres que vaya?
-No sé, a cualquier parte. Derecho camino adelante…

Entonces el principito señaló con gravedad:

-¡No importa, es tan pequeña mi tierra!

Y agregó, quizás, con un poco de melancolía:

-Derecho, camino adelante… no se puede ir muy lejos.



IV

De esta manera supe una segunda cosa muy importante: su planeta de origen era apenas más grande que una casa.

Esto no podía asombrarme mucho. Sabía muy bien que aparte de los grandes planetas como la Tierra, Júpiter, Marte, Venus, a los cuales se les ha dado nombre, existen otros centenares de ellos tan pequeños a veces, que es difícil distinguirlos aun con la ayuda del telescopio. Cuando un astrónomo descubre uno de estos planetas, le da por nombre un número. Le llama, por ejemplo, "el asteroide 3251".

Tengo poderosas razones para creer que el planeta del cual venía el principito era el asteroide B 612. Este asteroide ha sido visto sólo una vez con el telescopio en 1909, por un astrónomo turco.

Este astrónomo hizo una gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de Astronomía. Pero nadie le creyó a causa de su manera de vestir. Las personas mayores son así. Felizmente para la reputación del asteroide B 612, un dictador turco impuso a su pueblo, bajo pena de muerte, el vestido a la europea. Entonces el astrónomo volvió a dar cuenta de su descubrimiento en 1920 y como lucía un traje muy elegante, todo el mundo aceptó su demostración.

Si les he contado de todos estos detalles sobre el asteroide B 612 y hasta les he confiado su número, es por consideración a las personas mayores. A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?". Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?". Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!".

De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", las personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: "el planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612", quedarán convencidas y no se preocuparán de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores.

Pero nosotros, que sabemos comprender la vida, nos burlamos tranquilamente de los números. A mí me habría gustado más comenzar esta historia a la manera de los cuentos de hadas. Me habría gustado decir:

"Era una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo…" Para aquellos que comprenden la vida, esto hubiera parecido más real.

Porque no me gusta que mi libro sea tomado a la ligera. Siento tanta pena al contar estos recuerdos. Hace ya seis años que mi amigo se fue con su cordero. Y si intento describirlo aquí es sólo con el fin de no olvidarlo. Es muy triste olvidar a un amigo. No todos han tenido un amigo. Y yo puedo llegar a ser como las personas mayores, que sólo se interesan por las cifras. Para evitar esto he comprado una caja de lápices de colores. ¡Es muy duro, a mi edad, ponerse a aprender a dibujar, cuando en toda la vida no se ha hecho otra tentativa que la de una boa abierta y una boa cerrada a la edad de seis años! Ciertamente que yo trataré de hacer retratos lo más parecido posibles, pero no estoy muy seguro de lograrlo. Uno saldrá bien y otro no tiene parecido alguno. En las proporciones me equivoco también un poco. Aquí el principito es demasiado grande y allá es demasiado pequeño. Dudo también sobre el color de su traje. Titubeo sobre esto y lo otro y unas veces sale bien y otras mal. Es posible, en fin, que me equivoque sobre ciertos detalles muy importantes. Pero habrá que perdonármelo ya que mi amigo no me daba nunca muchas explicaciones. Me creía semejante a sí mismo y yo, desgraciadamente, no sé ver un cordero a través de una caja. Es posible que yo sea un poco como las personas mayores. He debido envejecer.





 


 

Si quieres leerlo completo dirígete a esta dirección: http://www.agirregabiria.net/Principito/indexprince.html

REFORMA DE LA ORTOGRAFÍA
(de Ramón Román)



La Real Academia de la Lengua dará a conocer próximamente la reforma modelo 2000 de la ortografía española que tiene como objetivo unificar el español como lengua universal de los hispanohablantes. Me han mandado, con carácter exclusivo, documento reservado que revela cómo se llevará a cabo dicha reforma. Será, pues, una enmienda paulatina, que entrará en vigor poco a poco, para evitar confusiones.

La reforma hará mucho más simple el castellano de todos los días, pondrá fin a los problemas de ortografía que tienden trampas a futbolistas, abogados y arquitectos de otros países, especialmente los iberoamericanos, y hará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua.

De acuerdo con el expediente secreto, la reforma se introducirá en las siguientes etapas anuales:

Supresión de las diferencias entre c, q y k.- Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la k (este fonema tiene su definición téknika lingüístika, pero konfundiría mucho si la mencionamos akí) será asumido por esta letra. En adelante, pues, se eskribirá kasa, keso, Kijote.

También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamericanos que convierten todas estas letras en un úniko fonema s. Kon lo kual sobrarán la c y la z: "el sapato de Sesilia es asul."

Por otro lado, desapareserá la doble c y será reemplasada por x: "Tuve un axidente en la Avenida Oxidental". Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a otros pueblos hispanoparlantes por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

Así mismo, se funden la b kon la v; ya que no existe en español diferensia alguna entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual, a partir del segundo año, desapareserá la v y beremos kómo bastará con la b para ke bibamos felises y kontentos.

Pasa lo mismo kon la elle y la ye. Todo se eskribirá con y: Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyar". Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia. Toda b será de baka, toda b será de burro.

La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. No tendremos ke pensar kómo se eskribe sanaoria, y se akabarán esas complikadas y umiyantes distinsiones entre "echo" y "hecho". Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

A partir del tercer año de esta implantación, y para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá con doble r: "Rroberto me rregaló una rradio".

Para ebitar otros problemas ortográfikos se fusionan la g y la j, para que así jitano se eskriba komo jirafa y geranio komo jefe. Aora todo ba con jota: "El jeneral jestionó la jerensia". No ay duda de ke esta sensiya modifikasión ará que ablemos y eskribamos todos con más rregularidad y más rrápido rritmo.

Orrible kalamidad del kastellano, en jeneral, son las tildes o asentos. Esta sancadiya kotidiana jenerara una axion desisiba en la rreforma; aremos komo el ingles, que a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan ake se rrefiere kada bocablo. Berbigrasia: "Komo komo komo komo!"

Las konsonantes st, ps o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos lo masimo posible a la pronunsiasion iberoamerikana. Kon el kambio anterior diremos ke etas propuetas osionales etan detinadas a mejorar ete etado konfuso de la lengua.

Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano. Asi, se dira: "ke ora es en tu relo?", "As un ueko en la pare" y "La mita de los aorros son de agusti". Entre eyas, se suprimiran las eses de los plurales, de manera que diremos "la mujere" o "lo ombre"

Despues yegara la eliminasion de la d del partisipio pasao y kanselasion de lo artikulo. El uso a impueto ke no se diga ya "bailado" sino "bailao", "erbido" sino "erbio" y "benido" sino "benio". Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, al fin y al kabo; dede el kinto año kedaran suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia.

Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa que nuetro padre latin rrechasaba, kateyano karesera de artikulo. Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresultan ma fasile.

Profesore terminaran benerando akademiko ke an desidio ase rreformas klabes para ke sere umano ke bibimo en nasione ispanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Serbante y Kebedo.

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ispanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio korason bibifikante de istoria kastisa epañola unibersa.